En primer lugar, quiero dar las gracias a Ana Blanco
por promover el evento y a todas aquellas que han dejado sus comentarios. En
especial a aquellas que por desgracia han vivido la tragedia del cáncer en
sus propias vidas. Leyla, me ha impresionado mucho tu comentario, al igual que
Ana Cruz o Leticia, que realmente lo han pasado mal y han hecho el esfuerzo de
leer la novela.
Hace poco, un amigo me preguntó si pensaba que “La Casa del
Aire” se vendería. Yo le contesté, que cuando fue escrita sí, pero que ahora
mismo con las circunstancias por las que estamos pasando todos es complicado,
porque bastantes penas estamos pasando ya, como para encima leer un libro duro con fragmentos realmente trágicos. Pero “La Casa del Aire” es eso, un libro que
se acopla al estado de ánimo de cada persona. Si estás pasando un mal momento
te parece tremendo, si crees en la vida más allá de la muerte, será un libro
con un profundo mensaje. Si crees que es el momento de vivir la vida, sin
miedos, sin complejos o manías, te dirá a voces “¡Corre, no pierdas el tiempo!
Por todo esto, “La Casa del Aire! se convierte en un baremo implacable de
nuestro estado de ánimo y de las circunstancias que han rodeado nuestra vida.
Ana cruz, nos dice en su comentario:
“Yo tal vez no lo he leído en el
mejor momento, pero creo que es una historia bonita, triste claro. Pero real,
porque no siempre las historias terminan con un final feliz”.
¿Una historia de amor debe
terminar con un final feliz?
Cuando llegué al final del libro
me planteé tres finales. En el primer final “Gabriel se reencontraba con su
amada en “el otro mundo”. Esa fue mi primera opción, ya que el libro está
basado en una canción cuya letra es mía. La canción se llama “Al amar”, os
adjunto el enlace para quien la quiera escuchar.
El caso es que ese final fue descartado porque quería un
libro real, que no ofreciera sueños irreales, como bien me asesoró el psicólogo
Paco Vilches, que me dijo: “Que no se lleve a Clara a París de viaje, puesto
que para Gabriel, el hecho de comprarle un simple colgante es un cambio tan
grande en su vida, que se equipara a llevar a Clara a París y cenar en la torre
Eiffel”.
La segunda opción era que Gabriel se quedara y conociera a
otra persona, ese sería el final. Iría todos los días a una playa donde
conocería a otra persona, y ese nuevo Gabriel se entregaría a ella sin miedos.
Este es un final bonito, pero acabaría con el hilo principal del argumento; porque no olvidemos, que Gabriel está contando la historia de su vida al
doctor, a modo de testamento emocional.
Esto nos lleva al final y la tercera opción, que es la que
escogí y creo que es la que le da todo el sentido al libro. Gabriel “se va
detrás de ella”. Él dice al doctor: “Más tarde comprenderás por qué lo hice”.
Gabriel está fuertemente marcado por su infancia. Todo lo que
ama, acaba por ser separado por el borde de una cama. La muerte parece que le
persigue en una espiral inexorable. Un vórtice maldito. ¿Su refugio? El dinero,
la soledad, una vida completamente ordenada que pueda controlar. Mayte nos
dice:
“Es taaaaaaaaan triste.....me ha
gustado realmente, es una lección, no dejes pasar oportunidades, intenta vivir
y ser feliz”.
El caso es que cuando Gabriel comienza a vivir, a dejar
marchar sus miedos. Encuentra otra verdad irrevocable; el amor. Y esta vez no
está dispuesto a dejarlo marchar, llevando ese amor tan liberador hasta las
últimas consecuencias. La muerte está ahí, perpetua, ¿el amor? También. Como
nos demuestra Esther y Máximo, el ciclo siempre se renueva, es eterno. El
doctor Ibrahím lo ha comprendido, descuelga el teléfono y llama sin malgastar
un solo instante a su amada. Eva nos dice:
“Yo pienso que son 3 historias,
no 1 . La de los padres , la del médico y la del protagonista. Muy bonita y muy
bien contada, tremendamente dura ...”.
“La Casa del Aire” es eso, historias duras y verdaderas,
con mensajes dirigidos a quienes los quieran descifrar. Glenda nos dice en un comentario que merece ser tildado:
"¡Ay!, chicas. Tengo tantos sentimientos. Bueno, primero
decirles que me encanto el libro. La vida en la mayoría de los casos no es fácil,
yo misma, a pesar de tener familia, viví una infancia muy difícil y en absoluta
soledad si no hubiese sido por mis amigas. Me dolió mucho ver la infancia de Gabriel
y darme cuenta de muchas cosas que sentí. las carencias de la infancia marcan
nuestra vida de adultos. Yo también trabajo como burra y no tengo vida además
de estudiar. Tengo 38 años y también estoy sola. Me siento bien por Gabriel al
saber que aunque sea por corto tiempo encontró el amor verdadero y luchó por él.
Siempre he pensado que es mejor tener amor un tiempo que nunca haberlo tenido.
Aunque el vacío que queda después de perderlo es muy grande. Al igual que Gabriel
perdí el amor de mi vida y también quise morir, solo que no tuve la fuerza
suficiente para hacerlo. Sólo espero algún día volverme a sentir viva como Gabriel.
A veces los finales son trágicos, pero lo de en medio es magnifico. Espero que
todas seamos fuertes para tener un final feliz en nuestras vidas, los libros
nos muestran realidades de vida de las que podemos sacar lecciones de vida. Cada
uno debe hacer que sus propias experiencias. Analicen el libro y vean en que les
puede ayudar. Besos, chicas y espero el próximo libro".
Por último, concluyo dando una vez más las gracias, y diciendo: No esperéis a quedaros sin dinero para saborear un café, no esperéis
a estar tristes para levantar el ánimo, no
esperéis a dormir para soñar y, sobre todo, no esperéis a que la soledad llegue a vuestras vidas para amar. La felicidad es ahora, y se
conquista en pequeños fragmentos.
Un cordial saludo,
Nicolás.